27 febrero 2008

mio

Y el niño se quedó en casa de la iaia…


Me meto en la bañera y conecto las burbujas mientras oigo a mio en la cocina, preparando la cena.



La mesa perfecta, puesta y servida por Fermín. Fiel lacayo. Cada cosa en su sitio, el vino y el cava en la cubitera, mantel, cubiertos y vajilla de “los domingos”, los platos distribuidos en torno a las velas… ¿y yo?, mejor preguntale a mio, pero pa´mi que perfecta también…



Después de la cena copa y puro… ejem, vale, vale, copa y peta.
Recorrimos el pasillo hasta el cuarto.
Cerramos la puerta.
Dejemos a la imaginación lo que sucedió en el cuarto…
Pero el resulado es este…



Ha recuperado el collar y la placa con su nombre.

Las condiciones se han endurecido.

Van dos… una tercera y llegará el fin.

Hay una nueva regla englobando las demás:
“Confianza por encima de todo o todo se acaba”


Quien sabe, quizá a la proxima haya paseo.

Manikiatrico; "Como un perro en la Gran Vía"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Celebro el regreso de mio y todo lo que conlleva. Y celebro las fotos, geniales. Usted, hermosa como siempre. A sus pies (perfectos).