07 febrero 2008

¿Quién me mandaría a mí?


Alicia pasó a través del espejo.
No encontró el mundo al revés que se esperaba.
No encontró su imagen inversa.
Ni reversa.
Su imagen brillaba por su ausencia.
El gato de Cheshire se había quedado al otro lado.
Caminó por ese mundo sin sombras, sin camino y sin prisas.
Encontró a la oruga, subida a su amanita.
El arguilé apagado.
- ¿No fumas?
- Es que solo no me sienta muy bien.
- Toma alíñalo.*
Sacó de su azul vestido la china y la ofreció a aquella oruga, que, agradecida, decidió cambiar el agua por güisqui.
Ofreciéndole una boquilla, preguntó:
- ¿Tienes hambre niña?
- No soy tan niña.
- ¿Un trozo pues?
- Por favor.
Al volver del viaje, Alicia tenía la boca seca, los ojos rojos y una nebulosa por cabeza. Recordó, vagamente, una historia de crecidas y menguadas, recordó un conejo (lo que la desconcertó, igual hubiera sido mejor recordar una lombriz). Creyó recordar una caída al vacío y una planta de verdes hojas dentadas. Recordó una gran seta. Recordó el rojo y el blanco.
Pensó que, la próxima vez que su hermana le dijera que lo que había en la cajita, debajo del colchón, no se tocaba, le haría caso.

* Extremoduro, "Golfa"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Alicia y su cajita robada.
Yo y mi imagen hipnótica.
Todos con sus respectivos espejos portándolos al hombro.

En definitiva "llaves".¿pero deseamos abrir "esa" puerta,traspasar el espejo,encallarnos en esa imagen?
Posiblemente solo a ratos...y regresar indemnes al cómodo y seguro envés del espejo.

De todas formas no podría compartir con Alicia el contenido de esa fabulosa cajita:primero entro en una risa floja que se vuelve hipo y acaba en congestión y lagrimeos,luego mi conversación deriva hacia Kant,Hegel,Marx y Sartre con Epi y Blas como procerés de la filosofía occidental y termino en un sueño profundo del que ya no regreso si no es con el tintineo de los hielos de un gintonic.

Claro que la cosa cambia si en vez de la mano de un conejo me guiase la mano de una coneja...puede que alargará mi estancia entonces.

Me encantado tu entrada.Me recuerda a la Danza de las Roblasambras.
(Esta frase es genial:"...Muy Buenas Noches se equivocaba y en su lugar decía “muy buenas tardes”, desapareciendo a medida que pronunciaba...",tiene algo de Alicia)

Un beso,Jano

Anónimo dijo...

Por cierto escuche la canción,no la conocía...me gusto mucho.

Gracias por la música,que nunca me acuerdo de decirtelo.

Un beso olvidadizo,Jano

Anónimo dijo...

No había imagen detrás del espejo, cuento profundo, algo triste y muy, pero que muy inteligente.

Ya que Jano comenta sobre el vídeo lo escucharé, hace tiempo que no escucho a extremoduro, me gustará reencontrarme con su música.

Besos