04 junio 2011

Yo vengo a hablar de mi libro...



Ando estos días atareada, mentalmente hablando.
El nuevo trabajo, el niño que esta preadolescente y demás problemas varios.

Pero llevo un tiempo rondando este post, que no sé aun como va a salir, es el momento de aliñarme un cigarrillo. (Bueno, que lo haga mio, que para qué vamos a engañarnos)

Una ha sido, es y siempre será nueva en esto del Bdsm, lo que no quiere decir que en asuntos de la vida lo sea, (quizá un poco pardilla de vez en cuando, pero de todo se aprende). Es posible que en esto de vivir una tampoco deje nunca de ser nueva.

Me fui, pero vuelvo. Decía que hace mucho tiempo, mucho antes de imaginar siquiera que existía el Bdsm, pienso que desde siempre, (quizá peque de prepotente, pero es lo que pienso) decidí vivir mi vida a mi manera. Nunca me ha gustado el camino marcado y siempre creí en una ética adaptada a mi manera de ser y pensar. Nunca me he ajustado a las normas y, en la medida de lo posible, he intentado acatar solo aquellas que me sirvieran.
Prefería (y prefiero) estar con el grupo de inadaptados antes que con los lideres, su vida era (es) mucho más interesante.
Aprendes más, y como soy nueva…

Después de este rollo narcisista y egocéntrico… paso al meollo de la cuestión.

En esto del Bdsm no puedo ser diferente. Desde un principio, y después del deslumbre inicial, he escogido lo que más se adaptaba a mi manera de hacer las cosas.
No tengo un manual, ni sigo ningún libro gordo de petete.
Si me gusta leer, hablar, seguir descubriendo para poder escoger, para seguir aprendiendo.
Nunca me he escondido y nunca me he avergonzado porque me guste hacer cosas diferentes que al resto de personas.
Cada uno vive su vida a su manera.
Y no me importa como la viven los demás, siempre me parecerá perfecto mientras no interfiera en la mía.

No siento que sea mejor ni peor que nadie, por eso que me dan tanta grima los gurús, los líderes, los masters, los grandes amos, así en minúsculas, que lo saben todo. Que marcan las pautas de lo que es y lo que no, que reparten carnets de Amo y sumiso, que te aceptan dentro de su Gran Logia. Los que gracias a ellos, esto del Bdsm y las personas que lo integran, son lo que son.

Y entro en otro punto.
No me gusta integrar a las personas en grupos.
No me gusta que lo hagan conmigo.
Yo no pertenezco a la “comunidad de Bdsm” básicamente porque no pertenezco a mas comunidades que a la de mis vecinos.
Vivo esto del Bdsm como me da la real gana, sin importarme lo que piensen los demás sobre ello.

De hecho ¿Qué coño es “la comunidad Bdsm”? ¿Hay que apuntarse en algún sitio? ¿Quién decide quien está y quién no? ¿Puede entrar mi amiguita? ¿Hay reglas y normas?
Da igual, no me apuntes… me gusta más mi aire.

No sé, prefiero pensar en personas, relacionarme con personas.

He ido y seguiré yendo a cenas, eventos y quedadas, incluso a alguna fiesta, me lo paso muy bien, conozco a muchas personas estupendas y tengo algunos amigos, no muchos, los que merecen la pena. No pienso en mí y en la gente con la que me relaciono como en un grupo. Somos personas, independientes, con nuestras vidas y nuestros gustos que nos juntamos para hablar, jugar, relacionarnos con personas de gustos afines. Con unas te llevas mejor, con otras tienes relaciones cordiales, con otras… otras cosas. Siempre hay alguien que no te cae bien, con el que no tienes afinidad, pero no por ello voy a dejar de ir a ningún sitio donde sea invitada o me apetezca.

Me ha salido un discurso agotador y de engorrosa lectura(por no hablar de narcisista), pero he dicho, mejor o peor, lo que venía a decir.
Una lee y escucha muchas cosas y luego le da por pensar, e, inevitablemente… escribir.





MAREA, "el perro verde"

Ayer puse el sol a remojo,
quise volver a ser el perro verde,
hoy tengo los ojitos rojos,
estuve bailando con la mala suerte,
le he contado mi vida entera
brindándole al aire mi voz cazallera,
bailé en su vestido borracho de pena,