29 febrero 2008

Viernes


Es viernes, comienza el fin de semana y se presenta gamberro…
Cita con amigos de Alicante, cumpleaños con las nenas…
Cuento corto acorde con mi estado de ánimo…


“- Nena, ¿follamos?
-Uy, no me apetece nada, ¿Por qué no me haces un masaje de esos para que me ponga a tono?
-Por que termino comiéndote, dándote placer y quedándome a dos velas.
-¿Pero tú quieres follar o no?
-Hija, pues claro.
-Pues entonces a mi manera, trae el aceite.
-umffff, (esta tía siempre se sale con la suya…)
-¿Decías?
-No nada, que donde está el aceite…
-pues donde va a estar, en su sitio.

Media hora más tarde…

-Cariño, porque no coges el vibrador…


-Ufff, que gusto… ¿Dormimos?
-Pero cariño…
-Sí…
-¿No follamos?
-Ay hijo, es que ahora que estoy satisfecha ya no me apetece nada. Mañana.
-unmmffff, (ya sabía yo que al final nada)
-¿Decías?
-Nada, que buenas noches amor.”


The Cramps; "Can your pussy do the dog"

(¿conoces algo más gamberro?)

27 febrero 2008

Vuelve


Como niño rompiendo el juguete nuevo,
como tren en la estación cuando llegas tarde,
como luna nueva en noche de pasión…

Llegas y te encuentras en situación.

Sin buscar te has hallado,
encontrándome te has perdido.

Vacía tu alma,
vuela.

Vacía tu mente,
renace.

Vuelve y reencuentra la esencia,
el rumor de unas alas,
el rubor de una sonrisa,
la mágica mirada que consigue,
que todo siga estando bien.
M. Leo

mio

Y el niño se quedó en casa de la iaia…


Me meto en la bañera y conecto las burbujas mientras oigo a mio en la cocina, preparando la cena.



La mesa perfecta, puesta y servida por Fermín. Fiel lacayo. Cada cosa en su sitio, el vino y el cava en la cubitera, mantel, cubiertos y vajilla de “los domingos”, los platos distribuidos en torno a las velas… ¿y yo?, mejor preguntale a mio, pero pa´mi que perfecta también…



Después de la cena copa y puro… ejem, vale, vale, copa y peta.
Recorrimos el pasillo hasta el cuarto.
Cerramos la puerta.
Dejemos a la imaginación lo que sucedió en el cuarto…
Pero el resulado es este…



Ha recuperado el collar y la placa con su nombre.

Las condiciones se han endurecido.

Van dos… una tercera y llegará el fin.

Hay una nueva regla englobando las demás:
“Confianza por encima de todo o todo se acaba”


Quien sabe, quizá a la proxima haya paseo.

Manikiatrico; "Como un perro en la Gran Vía"

24 febrero 2008

Soledad quinta

Imagen sacada de aquí

Como un cuadro colgado en la pared para rellenar el hueco. Así se siente ella. Con una losa como corazón y un vacio por cabeza.


Y camina por calles vacías que le recuerdan su soledad.


Trabaja en una oficina llena de gente a la que no le importa si va o no. Tan prescindible como las sillas que hay tras su mesa, en las que nunca se sienta nadie.


Vive en una casa llena de marido y chicos, llena de vacío.


Una casa en la que la extraña es ella.


Una casa que se mantiene gracias a la asistenta. Una casa demasiado grande, pero no lo suficiente como para no cruzarse con sombras por los pasillos.


Las tardes de los viernes se las coge para ella. Como si las demás tardes fueran de otro…


Últimamente se ve con un tipo que, a pesar de que no le llena el vacío de su alma, le llena las horas con alcohol y conversación. Con caricias que no siente. Con sexo sin influencia.


Vuelve a su triste vida igual de vacía, pero con la marca de su culpabilidad grabada en la frente.


Cuando da el beso de judas a su partenaire, siente el amargor subir por la garganta, llenarle la boca y la mente, expandirse por su cuerpo.


Triste vida vacía e inocua.


Triste soledad que vino para quedarse y no abandonarla jamás.


El último de la fila; "Lápiz, tinta"

21 febrero 2008

Hay ganas



Tengo ganas de dejar al niño en casa de la iaia.


Si, de abrir el cajón y colocarme el tanga negro, a juego con el corsé.

De sacar las medias y sentir como la suave seda acaricia mi piel mientras recorre mis piernas hasta su cenit. De ceñirlas al liguero y sentir los elásticos tirantes… dos delante, dos detrás.

De elegir si botas o zapatos o tal vez sandalias…

De entrar al baño y delinear mis parpados, línea negra, negro rímel. De cambiar de lápiz y contornear mis labios en rojo sangre, rellenarlos de rojo putón.

Ganas de abrir la cómoda de las maravillas y recorrer con la vista todo el contenido de su interior.

De tomarme mi tiempo decidiendo si la fusta o la cané, si el floguer simple o el de gatita…

De recorrer el pasillo precedida por el sonido de los tacones.

De abrir la puerta y encontrarte. De rodillas esperando. Blanco cuerpo desnudo, con mi nombre grabado destacando.

De acercarme despacio, viendo como tu polla crece al compas del sonido que marcan mis pasos.

De coger tu pelo y levantar tu cara hacía mí. Mirarte a los ojos y decirte te quiero.

Colocarte el collar que por fin has recuperado, de volver a colocar la placa de tu nombre en él, “mio de Leo”.

Sí, tengo ganas de volver a sentir el poder en mis manos, de sentirte de nuevo mío, mí sumiso, mí perro... mí juguete. Mío.


¿De qué tienes ganas ?
________________________
Doctor deseo; "suspira... y conspira"

20 febrero 2008

Desolación

Poblada soledad;
oleo de Alberto Pancorbo;
sacado de aquí


Poco a poco fue despertando y lo primero que vio fue su rostro, que lo miraba dentro del marco, encima de la cómoda.

Abrió de pronto los ojos y la llamó. Gritó y solo obtuvo el silencio por respuesta. Clamó, lloró, desesperó, pero nadie había para consolarle.

En ese estado de sobrecogimiento por fin se dio cuenta.

Jamás la volvería a ver.

Nunca volvería a estrecharla entre sus brazos, a susurrarle al oído, a besar sus labios.

El gran silencio lo rodeó, llenándolo de desesperanza.

Dentro de su gran estupor salió de la casa y caminó.

Entro en un bar y luego en otro y otro más.

Deambuló por avenidas y calles, por callejones de mala muerte, sin rumbo fijo, deteniéndose en antros cada vez más miserables, pero no más que su propia existencia.

Empezó a llover. La lluvia empezó a empaparle y descubrió otro antro acorde a su miserable vida.

Con una copa dentro y otra mediada enfrente de él, empezó a salir del estupor que le había embriagado desde que se despertó aquella mañana.
Ahora tenía que pensar que iba a hacer. Pagó, cogió un taxi y le dio su dirección al taxista.

Entro en la casa. Leyó la nota en que ella le decía que volvería a por sus cosas.
Se dirigió al escritorio, abrió el cajón y, con un solo movimiento de dedo, termino con todo.


Cuando ella llego a la casa, cargada con cajas donde guardar sus cosas, la mancha de sangre ya llegaba hasta el pasillo.

19 febrero 2008

Divagando un rato

Imagen: The land we leave; Peter Rodulfo,
encontrada aquí





Estaba pensando yo, que esto del destino es una cosa muy curiosa.


Yo no creo en dios, ni el de la biblia ni el de los curas. Tampoco creo en un ser superior manejando los hilos de nuestro destino.
Creo en las personas y en el destino que cada una se forja.

Mi padre murió de cáncer, solo en la habitación de un hospital, porque su esposa no quería que se le molestara con visitas, ni familiares ni amigos.
Pues bien, no hace mucho que me enteré de que a la señora la habían operado de cáncer.
Ya sé que no está bien alegrarse de las desgracias ajenas, pero que quieres que te diga, al final, cada uno tiene lo que se merece.

Tengo varias anécdotas que me demuestran que esa frase se cumple, y es que, también creo en la frase esa de que “todo lo que hagas volverá a ti multiplicado por dos”. Quiero creer que vale para lo bueno y lo malo.

Y en eso pensaba, en lo curioso que es a veces el destino y en que somos nosotros mismos los que muchas veces nos ponemos la zancadilla.

En una ocasión escribí: […] Si, siento curiosidad por saber lo que me depara el futuro, y sé que lo que haga ahora, a partir de ahora, condicionará el futuro que me espera, me espera a la vuelta de cada esquina, de cada labio que beso, de cada caricia robada al alba. […]
Es algo que tengo presente cada vez que se vislumbra un nuevo cambio en mi vida. Por que los cambios son decisiones que uno toma, decisiones que a la larga marcarán su propio destino. Algunos intrascendentes, pero muchos decisivos.

Los cambios, las decisiones, en mi vida, suelen estar muy meditados, por algo tengo un ascendente en libra que me empuja, siempre, a encontrar el equilibrio en la balanza. Miro siempre todas las posibilidades, me pongo en lo peor, en lo mejor… buscando siempre los extremos, analizando los pros y los contras hasta encontrar mí equilibrio perfecto. Por eso no me gustan los cambios, conllevan mucho trabajo y una es muy vaga… aunque es cierto que merece la pena el trabajo, pocas veces he tenido que arrepentirme de una decisión.

18 febrero 2008

¿Qué...?

Ilustración de Will Kramer


¿Qué puede ser más divertido…?

¿El mago que saca un conejo o el conejo que saca a un mago?
¿Qué el lobo se coma a la abuelita o que Caperucita se folle al lobo?
¿Qué juguemos fantasías o que vivamos realidades?
¿Qué el macho sea el dominante o que la Dómina sea yo?

Yo sé las respuestas...

En mi mundo, del conejo no sale mago…
Caperucita trabaja en un burdel…
La realidad es que vuelvo a mi escalera, subiendo un nuevo peldaño…
Vuelve a colocarme el título, y me subo al pedestal…

Caminante no hay camino,
Se hace el camino al andar…

17 febrero 2008

De princesas y hadas (parte I)



Érase una vez una Kris que se iba a casar.
Puede parecer fácil, quizá para ti y para mí lo sería, pero para ella no.
Te lo contaré y así lo entenderás.

Había una vez, hace muchos, muchos años una princesita que se llamaba Cristina. Nació en un castillo de un pueblo que está muy, muy lejos. Los reyes de aquel castillo, sus papás, tenían una serie de creencias religiosas, testigos de Jehová se llamaban.

Al principio, cuando la princesita aún era un bebé, su mamá siempre la vestía de rosa, con lazos y vestidos de organdí. Cuando la princesita creció, cada vez que volvía del cole, traía una coleta deshecha, un lazo roto, el vestido manchado de barro, y su mamá se cogía unos disgustos de muerte.

Creció y creció, hasta hacerse una grácil muchachita, y, como todas las jóvenes doncellas del reino, le llegó la hora de prometerse en matrimonio.

La ceremonia fue largamente recordada por todos, totalmente convencional, con su vestido blanco, su ramo y las lagrimas al oír el himno nupcial.

La noche de bodas también fue como díos manda, desvirgada sin pudor por un príncipe con la delicadeza en el dedo gordo del pie.

La princesita fue a vivir con su príncipe, pero ni fue feliz ni comió perdiz.

El príncipe, una vez pasado el encantamiento de la boda, se convirtió en un ogro, que la vejaba y maltrataba, haciendo caso omiso de su condición de princesa.

Pasaron los años, demasiados para mi gusto, demasiados para la princesa y muy pocos para su consorte y familia.

La princesita cada vez estaba más triste, lloraba y lloraba y nadie la consolaba.
Hasta que un día apareció un hada madrina:
- ¿Qué te pasa princesita que estás tan triste?
- Me pasa que ni soy feliz ni como perdiz… que mi príncipe se convirtió en rana y yo he pasado de princesa a cenicienta y ahora no se como salir de este lío.

El hada madrina pensó y pensó y se le ocurrió una idea:
- Vas a hacer una cosa, abandona esa casa donde no eres feliz y vente conmigo, en mi casa no hay perdiz, pero podrás reír y reír.
Solo hay una condición… deberás dejar atrás tus miedos, tus lastres y empezar a ser tu misma… deberás volver a construir tu personalidad destruida durante estos años.

La pequeña Cristina lo pensó, le dio vueltas y vueltas y llegó a la conclusión de que era lo más conveniente, dejó atrás todo lo convencional, que a ella no le convenía para nada y se convirtió en una nueva mujer, ya no quería ser princesa, ahora sería simplemente Kris.
Se fue a vivir con su hada madrina, que por cierto se llamaba Clau, y, a pesar de que no comió perdiz, comió arroz y lentejas, y ensalada y carne y pescado, y pastelitos de crema.

Los reyes, sus papás, cuando se enteraron de la noticia se echaron las manos a la cabeza, no podían entender que su princesita hubiera colgado la corona y el decoro y hubiera abandonado al príncipe por un hada madrina.

Cuando ella les explicaba que el príncipe no era tal sino ogro disfrazado, ellos le contestaban pesarosos que los consortes deben ser para toda la vida, que ellos tienen potestad para hacer y deshacer y que su señor Jesucristo no aceptaba las desuniones y muchísimo menos convivencias y quien sabe que más con hadas madrinas.
Tanto discutieron que Kris los dejó por imposible.

Tanto que los reyes decidieron que, aquella que un día fuera su princesa se había convertido en nada para ellos.
Se levantó un muro tan alto entre ellos que debieron de pasar años y años antes de que el tiempo empezara a erosionarlo.






... Lo sé, lo sé, prometí seguir... en ello estoy...

Visiones


Me gusta experimentar con la mente, alterándola con sustancias
o sin ellas.
Me gusta ver las cosas desde diferentes puntos de vista,
en distintos ángulos.
Me gusta sentir el peligro rodeándome.
Me gusta estar al borde del abismo.
Me gusta caer en el, y subir…
suavemente,
mecida por su influjo…
hacia rincones de mi mente desconocidos por mí.
Bajar, tocar fondo para sentir la ascensión,
para tocar el cielo con la punta de los dedos,
para, por un solo instante,
sentir la felicidad inundando todo mi cuerpo,
y mi mente.
M. Leo

16 febrero 2008

Crítica constructiva...

He encontrado, por ahí, un video muy, muy gracioso, acerca de los foto blogs y los myspace.
Me parece interesante subirlo aquí.






Hace ya unos días que vengo pensando sobre el tema del blog y los comentarios. Pensaba si quitarlos, de momento no los estoy contestando.


Desde que descubrí esto del internet, el mail, el Messenger, los foros y por último el blog, siempre he pensado que es como una segunda realidad, no del todo sincera. Por lo menos a mi me pasa, no tanto con los correos como con las conversaciones por el Messenger, que no me parecen del todo reales. Es como hablar conmigo misma. Sé que al otro lado de la pantalla hay una persona real, pero no acabo de asimilarlo. Siempre he pensado que internet es una forma maravillosa de ponerte en contacto con personas a las que, si la cosa se da bien, conocer en persona. Así conocí a mio. Así he conocido a muchas personas a las que, ahora, puedo llamar amigos. Personas que en momentos de necesidad puedo, llamar por teléfono si están lejos o tomarme un café con ellas.


Claro que, para llegar a estas conclusiones, primero he tenido que llevarme una serie de desilusiones y decepciones, que yo para ciertas cosas soy muu sentida.


Con el tema del blog me ha pasado un poco como con el Messenger. En principio lo creé para que fuera un elemento más del juego D/s. Pero luego lo fui llenando de cosas y ahora es como una especie de punching donde descargo mis neuras. Vale, también se ha convertido en el cuaderno de escribir. Creo que me he vuelto a ir del hilo…

A lo que iba, al principio nadie me dejaba comentarios y oye, eso estaba muy bien, me sentía libre para poner lo que quisiera sin necesidad de correcciones.


Poco a poco empecé a tener comentarios, y oye, tampoco estaba mal. Una es que tiene el ego muy grande y siempre le viene bien que se lo halaguen. Pero, como contrapunto, tuve que empezar a pensar lo que ponía, no se me fuera a mosquear alguien. Pero llegó un punto en que empezó a agobiarme. Empecé a escribir por obligación. Me debía a mi público, que, por supuesto, solo me decían cosas buenas, bonitas, todo dentro del mundo chupiguay que se me estaba montando. Como con el Messenger, empecé a creerme todo lo que se me decía, sin pararme a pensar que lo mismo solo eran comentarios de esos de quedar bien. Pero, y al igual que con el Messenger, siempre hay un momento en el que vuelves al mundo real y te das cuenta de que más ingenua no has podido ser.


Yo no soy muy de dejar comentarios en otros blogs, aunque sí que hay muchos que visito con asiduidad. Generalmente cuando lo escrito me llama la atención de alguna forma. Pero me metí en la espiral de “si comentan en mi blog, que menos que comentar también en el suyo”, aunque, y sinceramente, eso es algo de lo que me estoy muy agradecida, nunca he dejado un comentario en un post con el que no estuviera de acuerdo. Una es que es muy intransigente y lo que no está bien para mí, no lo está para los demás. Ya lo digo aquí al lado, no soy empática, ni falta que me hace.


La razón por la que no he quitado la opción de los comentarios es que hay personas, a las que sí conozco personalmente, y sé que son sinceras, que de vez en cuando me dejan unas palabras. Son como luces en medio de la oscuridad… cielos, espera que se me pase la vena literaria…
Personas de esas que, cuando la cagas, cogen el teléfono y te lo dicen.
Bueno, que todo ese rollo para decir que me he partido con el video, y oye, que me he sentido identificada… que triste, jajá.


Edit:
Contestando a un correo que me acaba de llegar, decir que sigo con MI blog por que me dá la gana. La razón de dejar los comentarios esta en el ultimo parrafo. Y la opinión de los comentaristas a los que no conozco personalmente, me importa un pimiento, así de "tan majestuosa y tan brillante y........ tan patética" soy.
Este es un blog personal, lo pongo aquí al lado. Mío y escrito por y para mí.
Al que no le guste, que cierre la ventana.

15 febrero 2008

Cuadernos de Bdsm II


Bueno, bueno, gran noticia.

Hace unos días que me ha llegado el segundo número de "Cuadernos de Bdsm" .

Un gran trabajo.

Voy a intentar ponerlo aquí al lado para que todo aquel que quiera descargarselo pueda hacerlo.

Como soy algo torpe con esto de la tecnología no se si podré hacerlo, pero por lo menos voy a intentarlo.
Edit: Si, si, si, lo he conseguido y de nuevo soy ¡¡¡ La campeona de las campeonas!!!

Esto...


Olvide felicitaros san Valentín…

“Coño Leo, ¿pero tú celebras esa garrulada?”
“Mira querido, yo celebro lo que sea con tal de salir, pegarme una buena cena y beberme un buen vino… oye y si después hay un buen polvo… pa´que más”

Que si, que sí, que ya lo sé, que es san Corte-Ingles, pero que le voy a hacer. Si me levanto de la cama y me encuentro la casa llena de flores, si cuando me siento en el ordenador tengo una caja de bombones… que menos que celebrarlo, vamos, digo yo.

Además, aquí tenemos nuestro día de los enamorados particular, San Dionis, pero oye, que no es lo mismo una bandeja de mazapanes y un pañuelo que ir encontrándote flores por casa, que quieres que te diga.

Por otro lado, la cena estupenda, regada con un vino argentino que sublevaba los sentidos. El postre una delicia, y mi cintura 2 centímetros más ancha. Ahora, mi ego 2 metros más grande. Creo que merece la pena.

Hubo sorpresa en los postres, además del crecimiento de mi cintura. Alguien está francamente contento y feliz. Ha recuperado su collar, aunque siga estando a prueba.

Ahora llega el tiempo de volver a empezar, después de una crisis las cosas nunca vuelven a ser como antes, pero se puede empezar de nuevo si el punto de partida es diferente, hacer las cosas de diferente forma, crear nuevos derechos y obligaciones. Cimentar algo que puede ser o no, pero que seguro merece la pena intentar.

14 febrero 2008

Dominación femenina


Como todo el mundo sabe (espera, espera, todo el mundo no, solo los lectores fieles del blog, pues para estos va esta noticia), yo hace un tiempo y por problemas personales que deje de jugar al Bdsm.


De todas formas hay algo que me gustaría que supieran esas personas que me leen y SI creen en el Bdsm, o más concretamente en la Dominación femenina.


Me ha llegado hoy la noticia de un nuevo... no sé muy bien si llamarlo blog, revista o que, bueno, el tema es que es una página web, que así, a primera vista a mi me ha parecido que esta bastante bien.

No he podido mirarla toda, tengo la conexión que me va y me viene y así es imposible, pero lo poco que he visto me ha animado a invitaros a que le echéis un vistazo.


http://anaserantes.com/ Diario de una Dominante.


De todas formas, lo dejare en los enlaces de aquí al lado y así lo tenéis a mano.

13 febrero 2008

El escritor


Metió el papel en la máquina, al girar el rodillo y recolocar el papel pensó en el sexo. Es curioso como a veces uno hace relaciones, a veces absurdas. Pero así, absurdamente, recordó el cuerpo de Anne, cuando, desnuda, se tendía en la cama entre sus sabanas revueltas. Su piel pálida se le asemejaba, en este momento, folio en blanco tendido. Sus dedos, prestos a marcar una tras otra, las oscuras teclas de su cuerpo.


Encendió un pitillo pero no le supo a nada, lo apagó a la tercera calada. Acercó el cuenco y, con la maestría que da la labor mil veces hecha, deshizo otro pitillo. Cogió la piedra y acercando el mechero calentó un pellizco que mezclo con las hebras de tabaco.


Aspiro profundamente, abrió la mente y dejó que las imágenes le llenaran.
Comenzó a escribir.


En alguna ocasión, un colega le había dicho, muy serio él y con cara de circunstancia, que el buen escritor no necesitaba de inspiración, que escribir era como otro trabajo. Uno, después de desayunar, se sentaba y escribía. Comía y después de la siesta obligatoria, volvía a escribir. Cuando ya tenía una cantidad considerable de folios llenos había que cribar lo escrito, hasta quedarse con lo verdaderamente importante. Y de ahí sacar el hilo de la historia.


Él acostumbraba a comenzar con una frase. Inventada o copiada. En esta ocasión empezó con la célebre frase de Karen Blixen, "Yo tenía una granja en África, a los pies de las colinas del Ngong", se echo a reír.


“Quizá podía empezar con algo similar pero diferente. Probemos;
…Yo tenía una habitación pintada de rojo, con mecedora y mantita… No me gusta.
…Yo tenía un amor civilizado, con velitas y escena en el sofá… Esto creo que me suena de un tal Sabina. “

Volvió a reír, el día estaba siendo, si no fructífero en cuanto escritura, si divertido por lo menos.


De pronto, como siempre le ocurría, los dedos empezaron a teclear como movidos por un resorte. Las letras se clavaban en el papel como picaduras, llenándolo de caracteres, de fuentes. Cambio un folio por otro, sin recordar a Anne. Luego otro y otro más. Los dedos volaban, las imágenes se sucedían, los folios eran cambiados a un ritmo vertiginoso, acumulándose en un montón desordenado al lado de la máquina.

Escribía sobre el mundo, sobre las personas, sobre sí mismo.

Se convirtió, en esos momentos en “el escritor que se escribe a sí mismo”, se escribió y se escribió, hasta tal punto, que desapareció tras el último folio, en su última vuelta de rodillo.

Erase una vez


Erase una vez una niña. Erase una protagonista de historias. Erase una tonta cualquiera. Erase que se era una mujer que no tenía nada claro.


Cuando se indignaba escribía. Cuando se indignaba se ponía a toda ostia a los Reincidentes. Su “ni un paso atrás” fue casi un himno. Su “Carmen” casi un manifiesto. Y se indignaba a menudo, como pueden constatar sus vecinos. Pacientes victimas del volumen de sus canciones.

La gente le contaba cosas, ella, como buena tonta se implicaba hasta hacer los problemas de los demás suyos y buscar soluciones. Como buena tonta también, creía en las personas por encima de los dioses. Como una tonta cualquiera daba consejos que no eran escuchados por nadie. Tampoco es que fueran dichos para seguirlos, así que no importaba mucho.


La protagonista de esta historia tenía un lio por vida. Con miles de cosas comenzadas y casi ninguna acabada. Tenía una musa vaga que trabajaba sobre todo por las noches, cuando el calor de la cama impedía a la protagonista escribir ni una palabra. Palabras olvidadas a la mañana.


Esta mujer tenía un diario lleno de historias, en cada una de ellas dejaba un trocito de sí misma. Nunca terminaba de vaciarse, aunque ese era el fin del diario. Nunca fue demasiado benévola con sus propias historias, ni las imaginadas ni las vividas, por más que agregara elementos que ella consideraba literarios. Claro que el diario era personal. Tampoco es que fuera nada transcendente.


En algún tiempo fue niña, niña que no acababa de abandonar, más porque no quería que por no poder. La niña que a veces era lloraba con frecuencia. Le gustaba sentir las lagrimas mojar su mejilla. Con un punto masoquista, como todas las niñas, le gustaba regodearse en sus tristezas para mojar sus ojos. Aunque nadie secara sus lágrimas.


La persona que describo, la niña, la mujer, la protagonista, esta tonta cualquiera está hasta las tetas de mentiras y engaños, de palabras vacías que no significan nada. Está hasta los flinflins de oír, leer y saber de historias que solo consiguen traerle malos recuerdos, de esas que inevitablemente le hacen llorar.

Cada uno se labra su propio destino y ella tiene el suyo lleno de piedras.

Le toca ponerse el sombrero de ala ancha y trabajar.


A la sombra de mi sombra

Extrechinato y tú




11 febrero 2008

Nuevo


Mio se compró un ordenador nuevo, el suyo murió. Dejo de alimentarse y se dejo morir el muy cabrón.
“La fuente de alimentación” dijo el doctor, “no hay forma de arreglarlo”.
Después del funeral fuimos al Media Mark y ahora tiene un nuevo animalito, la mar de majo, adiestrado en la gran escuela del Windows vista.
Y yo con mi animalito que no me iba cara al aire. Y con lo envidiosa que soy…
“es que mi animal no me va cara al aire”
“¿Qué puedo hacer?”
“es que yo también quiero que lo entrene Vista”.
“Mira cariño, tu ordenador no lo puede entrenar Vista, porque no tiene cerebro para ello”
“Joo, pero es que yo quiero que me vaya bien”
“Y ¿Por qué no lo formateas?”
“Es que no se”
“Uy, si es muy fácil. Toma, pones este disco y ya está”
Y eso hice… y me lo cargue. No sé si fue el disco, si el ordenador o que mierda, pero la pantalla se quedó en negro y oye, ni pa´lante ni pa´atrás.
Si ya lo decía yo, que no sabía…
Total, que un amigo nos dejo otro disco, este del Vista, compramos más memoria y ¡Alehop! Nuevo sistema operativo, nuevos desafíos, instalar todo lo que necesito y a comerme la cabeza a ver donde coño esta todo y como se usa.
Mio me pregunta si lo estropee adrede… no sabría decirlo… el subconsciente es tan impredecible…
Ahora estoy encantada, el ordenador me va estupendo, los iconos monísimos y ya solo me falta recoger a la musa de casa de Jano, encadenarla aquí al lado (para que no se vuelva a escapar) y llenar toda la memoria, así cuando salga un sistema nuevo, solo tengo que dejar al subconsciente que actúe…

07 febrero 2008

¿Quién me mandaría a mí?


Alicia pasó a través del espejo.
No encontró el mundo al revés que se esperaba.
No encontró su imagen inversa.
Ni reversa.
Su imagen brillaba por su ausencia.
El gato de Cheshire se había quedado al otro lado.
Caminó por ese mundo sin sombras, sin camino y sin prisas.
Encontró a la oruga, subida a su amanita.
El arguilé apagado.
- ¿No fumas?
- Es que solo no me sienta muy bien.
- Toma alíñalo.*
Sacó de su azul vestido la china y la ofreció a aquella oruga, que, agradecida, decidió cambiar el agua por güisqui.
Ofreciéndole una boquilla, preguntó:
- ¿Tienes hambre niña?
- No soy tan niña.
- ¿Un trozo pues?
- Por favor.
Al volver del viaje, Alicia tenía la boca seca, los ojos rojos y una nebulosa por cabeza. Recordó, vagamente, una historia de crecidas y menguadas, recordó un conejo (lo que la desconcertó, igual hubiera sido mejor recordar una lombriz). Creyó recordar una caída al vacío y una planta de verdes hojas dentadas. Recordó una gran seta. Recordó el rojo y el blanco.
Pensó que, la próxima vez que su hermana le dijera que lo que había en la cajita, debajo del colchón, no se tocaba, le haría caso.

* Extremoduro, "Golfa"

06 febrero 2008

¿Camino?


Y cuando no hay camino...

Tropiezo entre las piedras de tu senda,
frías rocas cubiertas de moho,
húmedas de soledades,
húmedas de compañías.

Advierto un frío beso,
y se me escapa entre las sombras.

Voy abriendo puertas,
voy haciendo camino,
voy adentrándome en tu espesura
perdida en leves incertidumbres,
pequeños matices que hacen
aún más incierto mi paso.
M. Leo

04 febrero 2008

Y bajando


Como una sucesión de días interminables y noches en blanco.
Así es mi vida, entre aburrida y monótona.
Lo peor es que no me apetece hacer nada para cambiarlo.
Solo dejar que pase el tiempo, lo más rápidamente que pueda.
Internet, libros, música, limpiar, niño, cualquier cosa vale con tal de no pensar.
Por que los pensamientos son peligrosos, hacen que te des cuenta de las cosas.
Como escribir.
Quizá por eso no escriba, me da miedo que a través de las letras se me cuelen sentimientos que no quiero sentir. Que no debería sentir.
Cada vez más visualizo los barrotes de mi jaula de cristal.
Y el círculo se estrecha.
La sensación de déjà vu, de esto ya lo he vivido me inunda.
Y una frase vuelve a colarse por las rendijas… quiero más…
Estos días que deseo que pasen a la velocidad de la luz no me llenan, este amor convencional a fuerza de repetirse empieza a no ser bastante.
Nunca he tenido mucha paciencia, ahora menos que nunca.
No hay evasión posible.

01 febrero 2008

Una habitación propia



"Démosle una habitación
propia y quinientas libras al
año, dejésmosle decir lo que
quiera y omitir la mitad de lo
que ahora pone en su libro, y el
día menos pensado escribirá
un libro mejor."
Virginia Woolf



Se que suena a excusa escuchada mil veces, pero es que me ha abandonado la musa… Jano me dice que le ha pedido asilo y que esta más quemada conmigo que… cualquier cosa, pero no se.
Para escribir algo que merezca la pena, o tienes la musa pegada al culo o tienes que tener tiempo, tiempo para meterte en tu habitación y escribir, escribir, escribir… hasta que encuentras el hilo del que tirar.
El sentarse y escribir lo que deseas es cosa de juventud, o de vida intensa.
Yo, en mi estupenda madurez, ya no tengo urgencias que escribir.
Recuerdo mis primeros escritos, guardo todas las libretas, todos los folios. Antes de que el ordenador llegara a mi vida, siempre tenía manchas de tinta en las manos. De la pluma de escribir. La vieja Mont Blanc. Regalo de un padre presente en los momentos críticos. Con su quemadura justo donde apoya la mano. Y es que, el escribir junto al tabaco aliñado, viene de familia.
Recuerdo, decía, esos escritos de adolescente cabreada con el mundo. Ese escribir compulsivo. Una forma como otra cualquiera de intentar conocerse. Por que la adolescencia, el hacerse mayor, no es otra cosa que reencontrarse con tu propio cuerpo, y con tu propia consciencia de ser un individuo completo y no una parte de un algo, sea familia, amigos o sociedad. Bueno, eso yo, que siempre he sido un ave solitaria. Solitaria e insocial. Y medio punky por aquella época.
Y tenía tiempo, todo el tiempo del mundo. Todo era escribible, una fiesta, un ligue, un desamor…
Ahora, decía también, ya no tengo urgencias que escribir. Ni tanto tiempo.
En principio este blog iba a ser una especie de diario de bdsm, luego lo fui llenando de cualquier cosa, poemas, prosas, música, he hablado hasta de política.
Bueno, ahora que el bdsm no está a la orden del día, ahora que mi relación de pareja pasó del ardor del principio a la madurez de la estabilidad, ahora va y la musa se desentiende de mí.
Así que, no me tengáis en cuenta que escriba de tarde en tarde.
No me tengáis en cuenta que no os deje comentarios en escritos sobre bdsm, ni sobre relaciones, ahora, no soy la más indicada para opinar.