05 junio 2007

La isla


Me despierto en mi isla. Los rayos del sol entran en oblicuo por la ventana, cayendo justo en mis ojos. Deslumbrándome. Me doy la vuelta en mi lecho dejando atrás los rayos que ahora me calientan el cogote.
Debería levantarme, buscar algo que comer. Pero no tengo ganas. Debería encender la hoguera por si pasa algún barco. Por si hay una mínima oportunidad de salir de aquí. Pero no tengo ganas.
Quizá debería quedarme aquí, dormir y no despertarme. Soñar que estoy en una isla. En un paraíso. En mi paraíso.
Vuelvo a dormirme y a soñar. Sueño que camino por la arena blanca.
Sueño que me recuesto en mi palmera y que dejo que la brisa acaricie mi cuerpo.
Sueño que en mi mente se abre la limpia ilusión de que estoy realmente aquí.
Tumbada en mi palmera veo a lo lejos la cabaña que con hojas de palmera y troncos rotos me he hecho. Mi refugio.
Te veo a ti caminando hacía mi, la blanca arena resbalando por tus pies. La sonrisa iluminándote. Los rayos de sol calentando tu cuerpo.
Los rayos de sol…
Despierto y caen de lleno en mis ojos. Los cierro, me vuelvo y me levanto.
Cierro la persiana de la ventana. Corro las cortinas. Miro el despertador. Las 8:30, hora de levantarse, preparar el desayuno e irme a trabajar.

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