Mi vida está llena de cosas y lo último que me preocupa es el blog.
Lo primero ha sido curar al gato, que por cierto ya tiene nombre, Tasslehoff, Tass para los amigos. Ha estado muy enfermo, le ha rozado la muerte pero por suerte ya lo va superando. Así que nos hemos pasado dos semanas y media con veterinarios, antibióticos, gotas, sueros, papillas… en fin, ha sido como tener un bebe, todo el día pendientes de él.
Ha merecido la pena, está mucho mejor y ya es oficialmente un miembro más de la manada… ahora ya no me hace falta llevar al niño al zoo… ¡Tengo el zoo en casa!
El niño que ya no tiene cole por la tarde, así que menos tiempo para mí.
También hemos tenido visita de la familia, así que por unos días hemos tenido una relación de los más “avainillada”. Ya terminó la visita y volvemos a ser los de siempre. Fermín y Señora en la intimidad. Familia “normal” en público.
Y que, de vez en cuando, desintoxicarse de internet está muy bien, que queréis que os diga… unos días sin entrar y a la que vuelves… todo sigue igual, jajá. La verdad es que a veces cansa un poco.
Entre unas cosas y otras el Bdsm ha estado aparcado, pero ahora que las cosas vuelven, más o menos, a la normalidad, vamos retomando tareas (él) y privilegios (yo).
Y nada, todo esto para decir que, ahora que casi todo está como antes voy a ponerle la cadena a la musa y a sacarle el látigo y a ver si me animo y la hago currar.
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