03 marzo 2008

Topping from the bottom

Fotográfia de Peter Coulson
Sacada de aquí.


Ya conté que había quedado con amigos en Alicante.

La conversación, como no, versó sobre bdsm, él es Amo, ella su sumisa. Habían dos mujeres más, sumisas ambas, mio y yo.

En un momento dado la conversación se adentró en el tema de la dominación desde abajo. “Topping from the bottom”, la persona sumisa es la que lleva las riendas.

Me suena que ya escribí por aquí sobre eso, aunque dentro de otro contexto.

De todas formas es algo que vengo observando desde que empecé a informarme sobre esto del bdsm. Como determinado tipo de “sumiso” domina a determinado tipo de “amo”. Entrecomillo porque en realidad ni uno es sumiso ni el otro amo.

Empezando desde el principio, el juego de la dominación es ese, uno domina y otro se somete. El que adopta el rol dominante es el que manda y que adopta el rol sumiso es el que obedece. Fuera de esto deja de ser D/s y pasa a ser otra cosa. Que no digo yo que otra cosa no esté bien, pero no es D/s.

Y no estoy diciendo con esto que la persona sumisa deba ser alguien sin opinión, sin deseos o sin ideas. Todo lo contrario, es obligación de la persona sumisa el comunicar todos los deseos, las fantasías e ideas que tenga. No olvidemos que esta es una relación de dos (o más, siempre y cuando esté consensuado por todas las partes, no me vale que en una relación a tres o más, un integrante de la misma no sepa de la existencia de otro, no me parece honesto y rompe una de las tres reglas fundamentales del juego, si no está consensuado no es Bdsm, es otra cosa).

Esto es importante porque los Dominantes no somos adivinos, si yo no sé lo que te gusta o no, me es más fácil caer en el abuso, sin darme cuenta. Por eso, para mí, dentro de las reglas fundamentales, sensato, seguro y consensuado, hay una cuarta que es imprescindible, y es la comunicación abierta entre sumiso y Dominante.

Ahora, esto no quiere decir que el Dominante vaya a cumplir los deseos o fantasías del sumiso. O que vaya a hacerlo cuando al sumiso le venga bien. No. Lo hará, sí es que lo hace, cuando a él le venga bien, cuando le apetezca o cuando decida darle un premio al sumiso. En todo caso, será decisión del Dominante, nunca del sumiso.

Pero ¿Y cuando esto no es así?

Por que todos conocemos casos donde la parte sumisa es la que maneja las riendas. Y en la mayoría de los casos, ¡oh, casualidad!, es una pareja en la que él es dominante y ella sumisa… ¿Será que las mujeres tenemos una facilidad mucho mayor que los hombres para manipular sin que se nos note? (tema para otra reflexión)

Puede haber muchas razones para ello. Y voy a plantearlo desde la perspectiva de “Dominante hombre, sumisa mujer”.

Una de ellas puede ser la diferencia que hay entre el número de sumisas y el de Amos.A muchos de los “supuestos” amos les da lo mismo como sea la sumisa con tal de tener una. No les importa que la “supuesta” sumisa lo sea o no. Lo único que les importa es que han abandonado el triste área de los “Dominantes sin sumisa” y forman parte del “Gran Club De Los Afortunados Amos que Disfrutan de una Hembra Para Poder Hacer Con Ella Lo Que Les Viene En Gana”.

Otra podría ser la cantidad de mujeres que se meten en esto del Bdsm con una autoestima por los suelos, aprovechándose de esta diferencia numérica. Ya se sabe lo que se cuenta por los foros, “en una sumisa lo único importante es la entrega” (… es decir, con tal de que se me entregue por mí como si es un coco…). Y ya se sabe lo que cuentan después de conseguir esa entrega… “Mi sumisa es la más bella, la que mejor se entrega, la que más se supera…” Claro, esto, a alguien sin autoestima le sube el ego que no veas, triste pero cierto. Y hay muchas así. Siempre será más barato que ir al psicólogo.

Poniéndonos un poco serios, esta dominación desde abajo o mejor dicho, manipulación desde abajo, se da, sobre todo, cuando el “supuesto” amo, en realidad no lo es. Difícilmente veo yo, a cualquier Dominante de los que conozco, dejándose manipular por su sumisa. Pero claro, muchos hay que, con tal de tenerla contenta, con tal de que no lo deje, hacen lo que sea, incluso dejarse manipular.

Hay muchas formas de manipular, desde las amenazas de dejar la relación, las provocaciones para conseguir lo que se desea, el chantaje emocional… Pero ahí está el saber hacer de un buen Dominante. ¿Quieres dejarme? Adiós. ¿Quieres unos azotes? 100, pero con la cané, que sé que la odias. ¿Quieres sexo? Te follo hasta que Yo me corra (dijiste sexo, no placer).

Si es que es muy fácil. Pero claro, supongo que esto es como todo, empiezas a separar el grano de la paja y de 10Kg. que tenias te han quedado 100 gramos.

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