31 agosto 2010

QUE NOCHE LA DE AQUEL DÍA

O QUE BONITO ES EL VERANO




Este ha sido uno de los mejores veranos de los últimos tiempos. Supongo que mi estado de ánimo ha tenido mucho que ver. O quizá las fiestas, las salidas, los amigos, el Bdsm, el sexo, las drogas, el alcohol. Quizá la mezcla de todo ello. O su orden.

Tal vez mi cumpleaños y muy posiblemente tú.

Ha sido un tiempo pleno que me ha traído tranquilidad. Haciendo que se fueran apartando de mi camino las molestas piedras, he encontrado fresca hierba donde reposar.


Tengo pendiente actualizar incorrecciones, porque en este tiempo he pensado que una no debe callar ante palabras que pretenden llegar allá donde ninguna voz encontró nunca reposo. Tal vez, quizá el otoño traiga las palabras acompañadas de las hojas caídas, tal vez… Sentado en tu puerta, sea tú enemigo el que vea caer tu cadáver, como hoja de otoño, amarilla y reseca, como el himen de una virgen más allá de la vejez.


Sigue este tiempo de verano alegrándome el alma.


Y los recuerdos…


Noches llenas de risas, entre la poca convencionalidad, brillando la luz de unas sumisas.


Risas, música y bailes hasta el amanecer en inmejorable compañía.


Sexo, deleite de los sentidos, incongruente y sucio sexo, amoroso o animal, siempre satisfactorio, siempre presente.


Bdsm, en habitaciones cerradas, en callejones oscuros, en mitad de la noche, en frases, miradas o sonidos, adrenalina colmando sentidos.


Ningún detalle explicaría que el verano es maravilloso para quien lo exprime hasta la última gota. Para todo aquel que lo vive como si fuera el primero.
O el último.

No hay comentarios: